Reseña - Anna vestida de sangre de Kendare Blake

Si si...una portada muy bonita y…... una Anna que imaginaba una verdadera máquina de matar. Mata, sí, pero hasta que se aburre, y es que Anna sufre un desdoblamiento severo: tan pronto le da por jugar a los desmembramientos múltiples y teñir las paredes con sangre ajena, como se vuelve una santa que no ha roto un plato en su vida. Pero un día, así, sin más, sin ninguna explicación, la niña deja de matar, se vuelve buena, "se escapa" de casa y se enamora.  Y he aquí mi retahíla de preguntas a las que nadie dará respuesta: ¿Puede un espíritu sanguinario, como lo era ella, que se dedicaba a desmembrar a "tóquisqui", convertirse en alguien que roza lo adorable?. ¿Puede un fantasma condenado a pasar el resto de sus días (no mortales, claro está) en una casa encantada, salir e ir a ayudar a la madre de su amor? (que aquí, amor cero, pero luego os hablaré de eso), ¿os imagináis a un ser aparentemente sanguinario desempeñar labores cotidianas?:

"Espera un momento, mujer, que te voy a manchar las botellicas de sangre". o_O. Pues sí, amigos, Anna cual espíritu rebelde que desafía a la casa, puede salir de ella (que yo sepa los espíritus se quedan condenados en el lugar donde les ha ocurrido algo...donde han muerto, vamos...) materializarse en alguien de carne y hueso, y ya puestos, ayudar con las tareas domésticas...Pero aunque yo os esté hablando todo el rato sobre Anna, lo cierto es que sale muyyyyy poquítas veces en todo el libro, y eso es una de las cosas que más he echado de menos, porque me hubiese gustado que la protagonista hubiese sido ella y que fuese más cruel, más despiada y mucho más sangrienta...Por el contrario, ¿A quién tendremos dándonos la lata con su arrogancia y su pesadez? a Teseo Casio, Cas para los amiguetes. Arrogante, porque se cree mejor que nadie por tener un cuchillo supermegaarchiespecial que le regaló su padre antes de ser asesinado y por ser él, el único todopoderoso capaz de matar fantasmas. Sí, sí, nadie puede, porque claro, es una tarea ardua y el elegido es él porque ha sido tocado por la gracia infinita del atháme... (los que habéis leído el libro...¿no os habéis  hartado de leer 1334398498493489 veces la palabra áthame y no os ha exasperado la cansina búsqueda del cuchillo?....¡qué pesado!). A ver, hemos dicho....arrogaaanteee, pesadoooo....¡aaaaaah, sí, sí, y estúpido!:

Yo no sé de qué va este tío. Lo gracioso es que después de haber criticado a los góticos, acepta la ayuda de uno de ellos. Qué mal me cae Cas (por si no lo habíais notado todavía…). Pues eso, que Cas, no tiene otra cosa mejor que hacer que ir por ahí con su cuchillo cazando fantasmas (como se nota que por allí no había crisis xD). Hasta la hora ha matado fantasmas sencillitos (o eso dicen), hasta que le hablan de un fantasma único. Un fantasma potente y con mucha garra: Anna vestida de sangre. Y claro, como buen arrogante que es, decide indagar más sobre la leyenda de este fantasma tan especial e indestructible para ser exterminado. Cuando entra en la casa y se encuentra con Anna, después de haberse dado un encuentro algo especial, (imagínense... unaaa mueeerteee, cadáveres desparraaamaaadooss por el suelo....) , Ana le dice que él no va a poder matarla. Su barra de la arrogancia sube al 100%. A partir de ahí, Cas mueve cielo y tierra, busca ayuda, acaba reclutando a un "ejército" (sí, porque al final se da cuenta de que no puede con ella solo....ainss.....), todo, con el único objetivo de matarla, "porque yo lo valgo y a mí nadie me vacila, y menos un fantasma del que después me voy a enamorar". ¿surrealista, verdad?.

Con "Anna vestida de sangre" tenía las expectativas muy altas, todo el mundo hablaba maravillas de él y lo pintaban TAN SANGRIENTO, TAN GORE Y TAN MACABRO que caí, pero lo cierto es que de macabro y de gore 0 patatero y de sangriento...bueno, lo único que sangran son los bordecitos del vestido de Anna (que no lo entiendo porque, la sangre, basándonos en la forma en la que fue asesinada Anna, debería empapar todo el vestido y no sólo los bordes, que en la ilustración del libro parece que hubiese muerto mientras tenía su primera menstruación..). Las escenas de acción están contadas, tres o cuatro a lo sumo. Lo único que podría dar grima (pero claro, eso depende del estómago de cada uno y de lo que esté acostumbrado a leer y a ver. Si no has leído nunca literatura de terror y no sueles ver películas de este género, ES LÓGICO QUE TE SORPRENDA y hasta se te revuelvan las tripas de imaginarlo), es la escena de los cadáveres flotando (más abajo la podéis leer, en la sección "fragmentos"). La historia de amor entre Cas y Anna es tan forzada e irreal que no cuela: Primero lo quiere matar, luego se da cuenta de que no puede matarlo (¿el por qué?, ¡y yo que sé!, ni se explica en el libro….) y finalmente, sin venir al caso y entre risistas tontas que me cuestan imaginar, se besan. El estilo de Kendare  Blake es ameno y ágil, el libro se lee en una tarde o en unas horas, no tiene ninguna complicación y algunas escenas son tan típicas que se pueden pasar hasta por alto (o hacer una lectura transversal). De los secundarios el que más me ha gustado ha sido Thomas por su noble corazón, los otros ni fú ni fá.

Mantuve la esperanza hasta el final porque algo me decía que esa Anna tan sangrienta que todos me vendían, renacería y se los cargaría a todos. Hasta llegué a pensar que se estaba riendo de todos y que estaba esperando el momento justo para llevar a cabo una gran masacre....¡ay, qué ilusa!. No creo que le de una oportunidad a la segunda parte, capaz de encontrarme a Anna resurgiendo del infierno en un avión en llamas y saludando a todos con una sonrisa de oreja a oreja...va a ser que no.